Para hacerse de la Presidencia, AMLO tuvo que aliarse con los grupos de poder más longevos y temerarios que, en complicidad con el PRI, compartían dinero público y dominio en cada región y en todas las entidades. Aprovechando la coyuntura del cambio ellos también quieren cambiar de aliado y por eso maniobraron para engancharse al partido Morena. Desde la campaña empezaron a cobrar la factura por su acompañamiento en el camino al poder.
Pongo como ejemplo, dos casos emblemáticos en Oaxaca. El grupo del editor Ericel Gómez Nucamendi y el de los creadores y dueños de las siglas COCEI cuyos cabecillas son Héctor y Gloria Sánchez, en Juchitán. Son dos grupos caciquiles grandes beneficiarios del gobierno. Para obtener posiciones de poder usan las mismas estrategias y cada vez son más arriesgados. Han sido capaces, en algunas ocasiones, de poner contra la pared al mismo gobierno. Su estrategia de presión son las marchas, bloqueos, principalmente, pero también recurren al secuestro de oficinas públicas y de funcionarios públicos.
En el caso del editor Gómez, su estrategia fue más de negociaciones políticas y cabildeos. Aunque con el PRI los del clan Gómez obtuvieron prebendas, con Gabino gobernador no tuvieron límite en sus canonjías. Ericel fue diputado y pastor de la bancada del MC; su sobrino Alfredo Lagunas fue magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia donde salió muy cuestionado por la opacidad con que manejó el presupuesto. Muy objetada también su intención de permanecer en el cargo junto con un grupo de incondicionales; otro de sus sobrinos fue impuesto administrador municipal de San Antonio de la Cal, donde fue acusado por el pueblo de llevarse todo el presupuesto del trienio, cerca de 80 millones de pesos a decir de las nuevas autoridades municipales. No hizo una sola obra social.
En el caso de los juchitecos Sánchez, también menudean las denuncias contra Gloria como presidenta Municipal. Entre otros señalamientos de su propio Cabildo, está el desvío de 80 millones de pesos que antes de ser candidata a diputada del Morena, cobró a una empresa eólica por el uso de suelo.
Sus maniobras políticas le permitieron evadir todo tipo de responsabilidades en el nuevo gobierno priísta pero hubo distanciamiento. A eso se debe la diputación del Morena tanto para Gloria Sánchez como para Gómez. Significa que seguirán aferrados al poder.
Apegados a su estrategia, estos últimos han iniciado una guerra mediática contra los que consideran sus adversarios. Algunos magistrados entrevistados me dicen que el expresidente Lagunas y sus incondicionales se aferran al control del llamado Consejo de la Judicatura pero, de acuerdo a las nuevas políticas nacionales, pronto desaparecerá por obsoleto. Además, significa una pesada carga en el caso del TSJ de Oaxaca y está probado que es causa de duplicidad de funciones. En su desaparición coinciden en Oaxaca, organizaciones de juristas.
ADIOS, JUDICATURA
Los que conocen el tema me informan que la desaparición del Consejo de la Judicatura es inminente. No solo en Oaxaca, también a nivel nacional luego de comprobarse que es una entelequia y burda copia de instancias judiciales europeas en el gobierno de Calderón.
En el Proyecto de Nación 2018-2024 del virtual presidente López Obrador, se contempla lo inadecuado de esta instancia judicial y sugiere un análisis para su desaparición. Para hacer la propuesta invitan a expertos académicos, a las organizaciones de juristas y a la sociedad en general. La intención, dicen la propuesta de AMLO, es mejorar las áreas de oportunidades de superación en la Suprema Corte de Justicia.
La propuesta de políticas a seguir en la próxima administración del gobierno federal en materia judicial, es la de anular el Consejo de la Judicatura. “Por su presupuesto cada vez mayor es impostergable el rediseño”.
Concluye el proyecto: “modificar o reformar las estructuras del poder judicial, en cualquiera que sea su nivel, repercute directamente en las personas que enfrentan un litigio, sometiéndolas a retrasos en sus juicios, sin embargo es necesario una revisión a las estructuras institucionales”.
Dentro de las propuestas y líneas de acción se convocaría a discutir la supresión del Consejo de la Judicatura, y crear en su lugar una sala dentro de la Suprema Corte, así como también revisar exámenes de oposición para la obtención de las plazas de jueces de distrito y magistrados de circuito y por último rediseñar el sistema de nombramiento de los jueces de la suprema corte de justicia.
Esta es la propuesta del nuevo gobierno federal mientras en Oaxaca, los grupos caciquiles presionando para que “el cambio sea para que todo siga igual”.
EL SALTO DEL CHAPULÍN
A todas luces incoherente la posición de algunos priistas chapulineros encabezados por el ex gobernador Ulises Ruiz Ortiz, respecto a los “despojos” que quedan del otrora poderosísimo partido, el que le dio fama, poder y dinero y su intención de buscar culpables de la gran catástrofe partidista.
Ciertamente, el PRI se convirtió en muerto viviente, pero los culpables son los mismos priistas en el poder. No solo robaron hasta el hartazgo, se desobligaron de gobernar con sensatez y, pese a la crítica de la militancia, insistieron en designar a sus camarillas en las candidaturas. Másaberrante, fustigar lo que el mismo Ulises hizo desde el poder.
Los resultados son un desastre para el PRI que alguna vez lo fue todo. José Antonio Meade alcanzó apenas el 16 por ciento de los votos, menos de los que tuvo Roberto Madrazo en 2006, cuando el mismo Ulises fue su estratega de campaña. Cierto, pero ¿de qué se queja ahora el ex gobernador de Oaxaca, si el fracaso del PRI con su mecenas Madrazo como candidato, significó el peor momento en la historia del PRI?