Así calificó, acertadamente, la agencia JM del diligente colega Jaime Méndez, los sucesos violentos en que se transfiguró lo que pudo ser en el municipio de San Dioniso del Mar, una fiesta de la democracia para que los ciudadanos eligieran libremente a su autoridad municipal. No podía ser de otra manera a partir de que identificaron como incitador de esta violenta jornada al incendiario Flavio Sosa “El demonio de Tasmania”.
Media docena de policías heridos por una lluvia de proyectiles lanzados por los activistas de la llamada Asamblea Popular del Istmo, destrucción de patrullas, robo de urnas, barricadas en las entradas y salidas del pueblo, quema de llantas. Todas las huellas del “Demonio de Tasmania” en esta jornada -como ya dije- de terrorismo electoral. Quien no quiera ver el rastro de este Diablo debe saber dos cosas:
LA HUELLA DEL DIABLO
Primero, el twit que lanzó para justificar la agresión de sus huestes contra los uniformados:
“Alerta! La policia de @alejandromurat está gaseando a la población indiscriminadamente en San Dionisio del Mar. Hacemos responsable al @INEMexico y al gobierno de @alejandromurat de la violencia por no atender los llamados de alerta”.
Segundo, la invocación de las siglas APPO, ahora en la peculiaridad de “Asamblea del pueblo del Istmo” para organizar a sus sicarios en ese pueblo Huave.
Además del terrorismo incitado por el demonio de Tasmania, hubo en esta turbulenta correría hechos punibles. Mientras los consejeros del llamado Instituto Electoral que preside el comodín Gustavo Meixueiro, sesionaban en el confort de sus oficinas, sus empleados fueron agredidos y secuestrados. Caso concreto el del empleado Edgar Jiménez preso y denigrado más de seis horas hasta que decretaron oficialmente la suspensión de la elección e intervino personal de Derechos Humanos.
El modus operandi del impetuoso Flavio Sosa fue evidente. Cuando empezaban a instalar las casillas, militantes de la Asamblea del Pueblo iniciaron sus actos vandálicos: quema de autobuses, instalación de barricadas, hostigamiento y amenazas contra funcionarios de casillas y operadores del IEE y del Comité Municipal Electoral, etc.
La consigna era evidente: no permitir la elección que podría ganar la priista Teresita de Jesús Luis Ojeda cuyas preferencias electorales eran muy amplias ante la abanderada del Morena, Magali Martínez Gómez. Es la causa de que las huestes Morenistas reventaran la elección municipal extraordinaria en la que iban a participar, además, Jorge Sierra Ramos, del PUP; Edith Pineda Sierra, del PSD, y hasta una del PT de nombre Arelis Cortes Pérez manipulada por el diputado chilango Benjamín Robles Montoya motejado “cara sucia”.
A la trama se unieron la ex presidenta municipal de Juchitán de Zaragoza y actual diputada local, Gloria Sánchez López; la presidenta de la Junta de Coordinación Política de la LXIV Legislatura, Laura Estrada Mauro y los diputados Morenistas Benjamín Robles Montoya y hasta Ericel Gómez Nucamendi. Causa extrañeza el comportamiento político de este último a cuyo clan le acaban de restituir el Consejo de la Judicatura, pero como en política no hay lealtades sino intereses, todos estos se unieron con un fin:
Desde que Gloria Sánchez, como edil de Juchitán, recibió 65 millones de pesos por el uso de suelo de las empresas eólicas y que desvió sin ningún riesgo, el control de los Ayuntamientos en suelo Istmeño se ha tornado una epidemia.
Ante el anuncio de la consolidación de más parques generadores de energía limpia, del corredor transístmico y de la zona económica de desarrollo, políticos perversos y vividores del chantaje político afilan las uñas. Todos quieren tener un presidente municipal incondicional. Los negocios, pues.
EL SALTO DEL CHAPULÍN
La llegada del nuevo gobierno federal provoca el natural reacomodo de grupos políticos, sobre todo los que siempre han manipulado a la dócil borregada de burócratas del gobierno del estado. Por cierto, me dicen que el liderazgo es un redituable negocio que permite el tráfico de plazas, ascensos, facilidad para el acoso sexual, etc.
Por un lado, el eterno Joel Castillo ahora asesorado por doña Titis Rodríguez, se ha olvidado se su héroe y “chilito de todos los moles” motejado El Potro y ha creado una fundación para seguir en los negocios. Se llama “Sembrando buenas acciones”.
Por el otro, “El potro” escuálido Julián Estrada, luego de que le negaran la toma de nota de su supuesto sindicato, ha emigrado a los brazos de Morena del grupo de Nancy Ortiz. El primer anzuelo que lanzaron a los chupatintas que los quieran seguir fue a finales del mes pasado. Los invitaron a una gran comilona. El huateque, me dicen que fue financiado por el Morena en el edificio del sindicato de la Sagarpa. El objetivo del Potro es mostrar músculo y dar señales de que sigue manejando “mucha gente”.
Jorge Castillo, por su parte, asociado con Iris Porras y la Titis, siguen empeñados también en mostrar fuerza política. Organizaron la presentación de su fundación con un desayuno al que invitaron a empleadas del gobierno y a algunos varones que, supuestamente, controlan varias delegaciones sindicales de los chupatintas ¿no que la corrupción se acabó?