Dicen los analistas que “un político perverso no busca amigos sino cómplices, compañeros de vicio, interesados, socios”. Eso lo vemos en el senador Salomón Jara, cuya desesperación por ser candidato a gobernador, lo llevó a formar un bloque de presidentes municipales de tendencia mafiosa en la franja del Istmo de Tehuantepec. Su idea era que empujaran su proyecto político, pero le está resultando un desastre.

En sus ideas delirantes juntó a una docena de alcaldes afines para inducirlos a cometer todo tipo de abusos. Les ofreció impunidad para “hacer lo que quieran”. Algunos son señalados como “huachicoleros”, otros se ligaron al tráfico de indocumentados y los más a disponer del dinero público a su libre albedrío.

Sus planes caminaban hasta que surgieron los escollos. La Unidad de Inteligencia Financiera empezó por investigar al cabecilla de la pandilla Antonino Morales Toledo edil de San Blas Atempa quien, además, tiene un largo historial delictivo. A otro miembro del grupo, el presidente municipal de San Mateo del Mar, se le vino la adversidad encima cuando su pueblo se amotinó para exigirle cuentas. Les respondió con una masacre en la que perdieron la vida quince personas. Ambos sucesos alcanzan hoy relevancia internacional. A esto hay que añadir otra complicación: crece al interior de su mismo partido, el Morena, una corriente anti Jarista.

GASOLINA AL FUEGO

Embrollo tan complicado pone en el ojo del huracán al polémico senador que reacciona con esa metáfora de echar gasolina al fuego.

Algo muy peliagudo lo ha sacado de sus casillas, seguramente, y por eso responde con acciones políticas que exhiben su intolerancia y talante de mal político.

Usa a sus golpeadores más batientes como son el incendiario Flavio Sosa “el demonio de Tasmania” y a su hermano Horacio actual diputado presidente de la Junta de Coordinación Política del (peor) Congreso que haya tenido Oaxaca, para responder a los que considera enemigos políticos.

Son los propios excesos de su camarilla de ediles los que los ponen en la mira de la autoridad, pero se sienten intocables y arremeten desde lo que antes llamaban “la más alta tribuna” del estado, la cámara de diputados.

Salomón repite el episodio que usó en su fallida defensa del desaparecido presidente municipal de Jalapa de Díaz. Victimiza a sus aliados y él mismo.

Así se interpreta la segunda embestida contra el Fiscal General, Rubén Vasconcelos Méndez, desde el poder legislativo.

En voz del diputado Horacio Sosa revive un viejo caso de “negación de justicia”. Se trata de la emboscada contra cinco supuestos activistas de Morena en San Vicente Coatlán.

Asegura que la celada fue por “motivos políticos durante la campaña que derivó en el avance democrático que implicó la elección de 2018”. Dice que el Fiscal, “sin haber investigado previamente busca eliminar el perfil político de los asesinatos”.

Como ya sabemos que en política todo tiene signo y señal, veremos cómo pinta esta colisión.

HASTA LOS DE CASA

Dicen que para que la cuña apriete tiene que ser del mismo palo. Eso parece suceder en una más de las escaramuzas al interior del Morena que provoca el citado Salomón.

No pocos militantes del partido de AMLO alzaron la voz cuando descubrieron una especie de albazo de la diputada Irma Juan Carlos incondicional de Jara. Fraguó un plan para agandallarse cargos directivos de Morena en Oaxaca. Su estrella se opaca a tal grado que otra de sus secuaces, la diputada Laura Estrada dio positivo al coronavirus y sus propios homólogos la echaron de una reunión.

Así como lo hicieron en la asamblea estatal que abortó el año pasado, otra vez quieren imponer a sus operadores mediante maniobras.

Denuncian que, por órdenes de Salomón Jata, Irma Juan convocó a la supuesta Octava Reunión Extraordinaria del Consejo Estatal de Morena en Oaxaca. La realidad es intentaron un albazo de Jara Cruz para colocar a sus seguidores en los órganos de dirección de Morena en Oaxaca. Afirman que “se le queman las habas” por instalar en la dirigencia Morenista a un grupo de afines para preparar su posible elección como candidato a gobernador. El intento de madruguete se debe al surgimiento de otras y otros competidores tangibles bien vistos entre bases morenistas, pero abortó.

Lo que está empujando al senador Jara a tantas pifias es el reciente anuncio de una gran alianza del Morena con el Partido Verde. La Unión, según se dijo, es “para defender al gobierno de AMLO”, pero la tendencia es con fines electorales.

La impaciencia los lleva a otros yerros como el hecho de invitar por escrito a la reunión extraordinaria en el salón Tanivet del hotel Los Olivos. Es decir, intentaron organizar un evento masivo en tiempos de pandemia, pero fracasaron ¿Qué sigue?

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