Se considera uno de los “genios” del lápiz y de las ideas político-sociales; seguramente de pequeño fue “niño genio” y ya de adulto se permitió usar por los políticos, uno en especial, para que le escribiera artículos, análisis, proyecciones, planes y una larga lista de documentos. Se creía el “cerebro” del hoy ex gobernador José Murat. Pero enloqueció de la noche a la mañana, con un ínfimo cargo: delegado de la CDI. Hoy, Saulo Chávez Alvarado es el hazmerreír del gabinete y de los opinadores de medios de comunicación, por sus cinco segundos de insensatez, en que criticó a los “pseudoperiodistas” que asegura le pedían “chayos”, que lo “extorsionaban”, sin dar nombres ni señales… todo porque se descubrió que su familia obtendrá apoyos económicos por afectación de vivienda a causa del sismo. Tanta genialidad tuitera derivó en guasa y ahora en el mundo político ya lo conocen como Saulo el deschavetado.