Ante el avance de la pandemia por el COVID-19 que azota Oaxaca, el país y el mundo, ¿A qué les apostará el gobernador Alejandro Murat Hinojosa?, ¿a evitar más contagios o a reaperturar los negocios para que la economía no se vaya al despeñadero?.
Difícil la decisión que el mandatario tiene en sus manos. ¿Salud o economía?. De los dos lados recibe presiones. La ciudadanía quiere evitar enfermarse por el coronavirus, pero al mismo tiempo, también demanda trabajo, apoyos, reactivación económica y eso sólo se logrará saliendo a la calles. Los empresarios están desesperados. El COVID presiona, no solo al gobernador Murat, sino a todos los políticos del país.
El sector empresarial ligados a restaurantes y hoteleros insiste en que ya no podrán soportar más el cierre de sus negocios, tras el riesgo de que podrían irse a la quiebra. Los ciudadanos quieren trabajar porque no tienen dinero para mantenerse en casa guardando más cuarentena.
El llamado ha hecho mucho eco dentro del Gobierno del Estado, luego que los empresarios que en un primer momento apoyaban el cierre de sus negocios por la cuarentena, ahora se están revelando al mandatario estatal, pues tampoco los apoyos están llegando, y no están dispuesto a esperar más para que esto ocurra.
De acuerdo con los hoteleros y restauranteros, desde hace tres meses que inició la cuarentena, solo pueden hablar de pérdidas millonarias, por lo que se requiere reactivar la economía o el riesgo de quebrar es inminente.
Misma situación ocurre en pequeños comercios y establecimientos que han tenido que cerrar derivado a que no se les está respetando las rentas de sus espacios, "se nos sigue cobrando y no estamos trabajando", refiere la dueña de una cafetería en el Centro Histórico.
Aún el sector más vulnerable y de trabajo diario han empezado a salir a las calles, tianguistas, comerciantes, boleros, albañiles, luego que aseguran la crisis también les esta pegando.
Esta situación esta generando que al gobernador Alejandro Murat Hinojosa se vea apurado en anunciar una nueva normalidad, aunque Oaxaca simplemente no pasa del semáforo rojo y los casos de personas contagiadas y defunciones sigue creciendo.
De acuerdo con especialistas, el llamado del Gobierno del Estado del quedarse en casa falló, luego que el confinamiento voluntario no tuvo resultados favorables, y prueba de ello es que los casos y decesos siguen incrementando.
Incluso refirieron que el iniciar una nueva normalidad ya sea el 4 o 6 de julio, solo será motivo de incremento de casos y defunciones por COVID-19, pero que podrá dejar tranquilo al gobernador momentáneamente, pues habría atendido la demanda de los empresarios.
Aunque en las calles de la capital la nueva normalidad se empieza a ver poco a poco, el propio personal de los Servicios de Salud reconoce que los riesgos son latentes y el incremento de contagios no tiene vuelta atrás.
Hasta este martes, Oaxaca reportaba 5 mil 347 casos confirmados y 593 defunciones por COVID-19, cifras que parece no asustar en el ámbito estatal.
Lo que si queda claro es que la decisión que determine el Gobierno del Estado, será fundamental para los otros municipios de la entidad, si se apuesta por el negocio o salvaguardar la vida de miles de oaxaqueños, que también viven en situación de pobreza y vulnerabilidad.