Oaxaca, Oax.- La diputada federal de Morena, Marina Benítez Tiburcio, quien anteriormente militó en el PRI, se ha presentado como defensora de las mujeres y promotora de la igualdad de género. Sin embargo, su voto en contra del desafuero del diputado Cuauhtémoc Blanco, acusado de violación, demuestra que su postura feminista es más un discurso conveniente que una verdadera convicción.

Durante la sesión del Congreso de la Unión en la que se discutía el desafuero, Benítez Tiburcio fue una de las diputadas que defendió a su compañero Cuauhtémoc Blanco, asegurando su inocencia y desestimando el testimonio de la víctima, sin siquiera conocer el caso.

Mientras en el país cientos de mujeres son víctimas de violencia y feminicidio, Benítez Tiburcio optó por proteger a un legislador señalado por un delito grave, en lugar de permitir que enfrentara la justicia.

Su decisión deja claro que su prioridad no es la lucha por los derechos de las mujeres, sino mantenerse alineada con su nuevo partido político para conservar sus privilegios. Incluso, así lo hizo cuando era diputada por el PRI, y sin ningún miramiento, lo abandonó para asegurar otra diputación.

Aunque ostenta una curul en el Congreso Federal, es prácticamente desconocida en el estado. En el pasado, dirigió el grupo de mujeres 50+1, pero solo lo hizo como una plataforma política personal.