Llevamos 75 días de confinamiento; pero estamos vivos.
Perdimos algunos seres queridos, pero conservamos a muchos otros.
Se cerraron hoteles y restaurantes, pero tenemos que comer y donde dormir, sin temor, sin remordimiento, sin angustia.
No podemos viajar, pero tenemos a donde llegar.
Extrañamos a los amigos, Pero conservamos amistades y las llevamos en el corazón.
Ya falta poco; ya se ven las luces del puerto, no es tiempo de soltar el timón ni la esperanza.
Perdimos compañeros, libertades, placeres... que el sacrificio no sea en vano.
Los artesanos saben que lo que sale del horno no es obra del fuego sino de la creatividad, la experiencia y el cariño que cada artesano lleva en el alma y pone en sus creaciones
Cuando esto pase, que vamos a ser nosotros, fuego obra o artesano?