Desde el inicio del gobierno de la llamada Cuarta Transformación y, desde diciembre de 2022, en que arrancó el régimen de la Primavera Oaxaqueña, se marcaron directrices claras, respecto a los excesos y dispendio. El discurso del gobernador Salomón Jara fue claro en torno a la política de austeridad en su administración. Pero tal parece que a algunos y algunas de sus colaboradoras les ha venido valiendo gorro.

Por andar de ofiicioso o lame-botas, alguien tuvo la infeliz ocurrencia de abrir una licitación para la adquisición de onerosas camionetas blindadas, sin haber consultado a quien manda. El escándalo no se hizo esperar, poniendo en entredicho la investidura gubernamental. Si bien se procedió al cese del funcionario señalado como responsable, quedó en suspenso la deslealtad de los verdaderos operadores del asunto.

Hace poco más de una semana, las redes sociales se dieron vuelo para destacar el evento faraónico, en un escenario de lujo y ostentación, para celebrar el cumpleaños de la titular de la Secretaría de Turismo. Más aún, de la difusión de un video grabado y editado, en donde participan empleados de dicha dependencia, presuntamente en horario laboral, emitiendo loas y panegíricos de la cumpleañera.

¿Acaso estamos en tiempos de campañas electorales, en donde hay que quemarle incienso a los y las candidatas? ¿Es válido que en lugar de reconocer o ponderar el trabajo de un gobierno, de su jefe político, del equipo y proyecto al que pertenece, una funcionaria asuma su responsabiidad institucional, para satisfacer su narcisismo? No es la primera vez que esto ocurre. En las fiestas de julio de 2023, se exhibió posando, luego de usar en entrevista el término “visitación”, en lugar de afluencia turística.

Según el Diccionario de la Real Academia Española, el histrionismo es un trastorno de la personalidad. En este caso se trata de una funcionaria no de un actor de teatro, que exagera y busca llamar la atención. Sin embargo, cuánto contribuye dicha conducta para la solidez de una administración que, está sólo a unos meses de cumplir su segundo año. Además, de exhibir una ostentación que trastoca uno de los ejes marcados por el ejecutivo estatal: la austeridad.

Más allá de males congénitos o desvíos de personalidad, generar opiniones contrarias y golpeteo innecesario a su jefe político, por un lado y fallarle al pueblo de Oaxaca en la responsabilidad que tiene en sus manos, por otro, es un acto de deslealtad. Las lecciones de la política dan cuenta de que ninguna persona, por más alto que cargo que ostente, está por encima de las instituciones. Nietzche en su filosofía del eterno retorno, decía que jamás hay que soslayar nuestro origen. (JPA)