Oaxaca, Oax.- 02:00 horas de la madrugada del domingo 10 de mayo.

El frío de la madrugada refresca el rostro de los hombres y mujeres envestidos en uniforme azul marino, pasamontañas y equipo anti motín.
A diferencia de 2006, el desalojo no es para los integrantes de la Sección 22 del Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Educación (SNTE) instalados en plantón representativo en el Zócalo capitalino desde hace 9 meses.

El despliegue de más de 500 efectivos de seguridad pública estatal y municipal tiene un sólo objetivo; limpiar la Alameda de León y el zócalo de puestos ambulantes.

Son cerca de 300 puestos informales, vamos a desarmar primero las estructuras, ordena el director de Comercio en Vía Pública Municipal Daniel Camarena Flores.

La resistencia la hacen unos cuentos ambulantes, varones en su mayoría, no logran contener el avance de la fuerza del orden.

En vano las llamadas a sus líderes de la organización 14 de Junio y Adán Mejía, quien desde el penal de Santa María Ixcotel reclama al magisterio la ofensiva policial y la nula solidaridad.

En la conversación los reclamos son mutuos; dinero a cambio de cobertura al reducido plantón magisterial: 'hoy dejaron a los pinches compañeros', reclama el acusado de daños a las cámaras y equipo de video vigilancia de la Secretaría de Seguridad Pública.

Como aquella madrugada del 14 de Junio de 2006, los efectivos policiales avanzan y destruyen lo que de encuentran a su paso, casas de campaña, lonas y endebles estructuras de madera.

40 minutos dura la Operación Limpieza ordenado desde el Gobierno y ejecutado por los dos niveles de gobierno.

Víctor Alonso Altamirano director de la Policía Estatal y José Luis Echeverría Morales comisario de Seguridad Pública Municipal siguen puntualmente el desarrollo del operativo.
Los intercambios de mensajes en clave a través de los radios Matra les permite dar instrucciones a sus tropas y evitar una nueva derrota como hace 9 años.

Un cinturón de efectivos de diversas corporaciones cubren la irrupción al corazón de la ciudad, son pocos los testigos, comerciantes informales buscan victimizarse ante los medios de comunicación.

De nada sirven los mensajes a la aguerrida 'Jicayan'; ha de estar durmiendo, se auto responden y viene la crítica mordaz.

Si la maestra Carmen tiene camioneta de lujo de último modelo tú crees que le importa lo que nos pase, vámonos a la chingada mejor, reflexionan los ambulantes desamparados por sus líderes.

La limpieza comienza con personal de limpia capitalino apoyados de maquinaria, cientos de toneladas se apilan en las esquinas.

La resistencia desaparece nunca llegó el refuerzo magisterial; toman sus pocas pertenencias y huyen.

De la comuna de extranjeros y jipis locales sólo el olor queda.