Debe ser muy difícil trabajar para un jefe que gracias a su inconciencia y falta de conocimiento en temas prioritarios, te obliga a vestir su postura para no desentonar. Esto va a colación por la relación del presidente Andrés Manuel López Obrador con sus diferentes secretarios de estado y funcionarios federales.
Esta semana, el Presidente de la República, en su conferencia mañanera, dio a conocer la estrategia que se seguirá para buscar restablecer la alteración social generada por la pandemia COVID-19, llamándola NUEVA NORMALIDAD.
Sin embargo, como es costumbre, después de una exposición técnica y precisa por parte del Secretario de Salud y el Subsecretario Hugo López Gatell, entre otros funcionarios, el presidente López Obrador procedió a banalizar y aligerar la formalidad del mensaje, sembrando en la población, y mas en sus simpatizantes, la idea de que casi la pandemia no estaba aplanada, sino prácticamente superada.
La postura falaz de AMLO, casi tuvo una reacción inmediata en entidades del país, y esta semana, a pesar de indicar que estamos en la etapa mas delicada y de mayores contagios, se incremento la presencia de gente en las calles; y eso se pudo observar también en Oaxaca, el centro de la ciudad empezó de forma inusitada a verse plagada nuevamente de comercio ambulante, una gran cantidad de comercios establecidos se reactivo y, en consecuencia, la gente salió a retomar sus actividades.
Con esta situación, empujada por la obstinación presidencial, obligó al subsecretario López Gatell nuevamente a “amenazar” a la población a mantenerse en casa, y guardar la sana distancia, y a precisar que no por que exista una estrategia a futuro, la pandemia ya desapareció; y que es necesario mantener y reforzar las medidas de salubridad implementadas; era triste en las pantallas de TV, ver la vehemencia y preocupación del funcionario federal para lograr su objetivo.
Por ello, es muy dudoso que la estrategia de NUEVA NORMALIDAD tome camino, pues aún las condiciones sanitarias de México son alarmantes; hospitales con saturación de pacientes COVID, protestas de personal de salud por la falta de materiales, falta de pruebas médicas. Diariamente se presentan nuevos casos en municipios considerados como libres, mucha gente sigue sin tomar conciencia del virus, es decir, el escenario no esta para pensar que en 15 días, se podrán restablecer las condiciones de una NUEVA VIDA, en México.
Además, al parecer López Obrador no esta consciente de un dato aterrador. Esta semana las muertes por COVID19 en el país, rebasaron en más de 400 el número de fallecidos en China, país de origen de la pandemia (En el país se han registrado 5,045 fallecimientos, y en China 4,644): y esto a pesar de que “nuestro país”, ya estaba preparado para enfrentar al virus.
Que la suerte nos ayude, pues hay estudios de instituciones internacionales que indican que a nuestro país aun le faltan por sacrificar otro tanto de ciudadanos, similar a quienes ya no están con nosotros (El Institute for Health Metrics and Evaluation, de la Universidad de Washington, estimó que en México habrá alrededor de 7 mil muertos por Covid-19 para agosto); pero eso sí, AMLO ya está pidiendo autorización para reiniciar sus giras en el país y reactivar las industrias serviles al país del norte; en fin, en tanto, que sigan cayendo los mexicanos.
DEL TINTERO
Duro y tupido a la delincuencia organizada en Oaxaca. El pasado viernes, las corporaciones de seguridad dieron a conocer un enfrentamiento en la Cuenca del Papalopam, que dejo como saldo seis delincuentes muertos, mas de 20 armas de grueso calibre confiscadas y cateos a domicilio donde se localizo equipo tactico y drogas.
Al parecer el Acuerdo de Seguridad signado entre los gobiernos de Oaxaca y Veracruz, esta dando resultados para rescatar a esta zona del estado que antes se identificaba por su productividad, y recientemnte por su grado de violencia. En este tema, se han dado a conocer detenciones de grandes capos que tenían asolada a la región, vinculados con carteles delictivos muy fuertes. Esperemos que los cuerpos de seguridad no quiten el dedo del renglón y logren pacificar la zona cuenqueña.