Ciudad del Vaticano- El papa Francisco expresó su deseo de que Argentina se encuentre “a tiempo de evitar la mexicanización” de su territorio, en referencia al avance del tráfico de drogas, según se conoció ayer.

El Pontífice respondió una carta que le había enviado Gustavo Vera, referente de la organización no gubernamental “La Alameda”, con la que Jorge Bergoglio trabajaba antes de asumir su cargo al frente de la Iglesia católica, según la agencia DyN.

“Veo tu trabajo incansable a todo vapor. Pido mucho para que Dios te proteja a vos y a los alamedenses. Y ojalá estemos a tiempo de evitar la mexicanización. Estuve hablando con algunos obispos mexicanos y la cosa es de terror”, escribió Francisco en la carta que fue difundida ayer por Vera a la prensa.

Según el dirigente social, en el texto le había informado a Francisco acerca del “crecimiento sin pausa del narcotráfico y las próximas denuncias” que realizará la organización al respecto.

En abril pasado, el Papa había expresado su preocupación por el narcotráfico en Argentina, sobre todo en el Chaco y Formosa, La jueza federal chaqueña Zunilda Niremperger, dijo en, tras entrevistarse con Francisco, que éste “se mostró preocupado por el crecimiento del narcotráfico en Chaco y Formosa” y que su postura era “muy fuerte” respecto de la “comercialización de narcóticos en la Argentina”.

La jueza precisó que el Pontífice citó el documento en el que los obispos argentinos advertían sobre “el alarmante negocio del narconegocio” en el Argentina y que estaba muy preocupado.

Ayer, el Papa dejó por la tarde el Vaticano a bordo de un autobús y acompañado por sus principales colaboradores, con destino a un retiro espiritual que durará seis días. Poco después de las 16:00 horas locales, acompañado por cardenales y arzobispos, abordó el vehículo gris que se dirigió hasta la residencia religiosa Casa Divino Maestro de la localidad de Ariccia, a las afueras de Roma.

Luego comenzaron formalmente los “ejercicios espirituales”, que incluirán una serie de reflexiones ofrecidas por el sacerdote carmelita Bruno Secondin bajo el lema “Servidores y profetas del Dios viviente”. El Pontífice pidió a los fieles que acompañen con la oración, a él y a sus colaboradores, para que durante el retiro ellos puedan superar sus defectos y tentaciones.

Asomado a la ventana de su estudio personal, en el Palacio Apostólico, solicitó: “Recen porque este ‘desierto’ que son los ejercicios, podamos escuchar la voz de Jesús y corregir tantos defectos que nosotros todos tenemos, y también hacer frente a las tentaciones que cada día nos atacan”.

Como el año pasado, Jorge Mario Bergoglio decidió tener fuera del Vaticano sus anuales ejercicios espirituales de Cuaresma, el tiempo litúrgico católico de 40 días antes de la celebración de la Pascua. El retiro concluirá la mañana del viernes 27 de febrero. Hasta entonces todas las actividades del Papa, públicas y privadas, quedarán suspendidas.