A veces hasta se antoja fraudulenta la forma en que se solicitan los recursos, pues no obstante los presupuestos históricos que presume el gobierno, aun así pide préstamos a cuenta del presupuesto de los futuros gobiernos de Oaxaca.

Nadie en su sano juicio puede creer que la mayoría de los presupuestos millonarios que se han asignado a Oaxaca han tenido un destino en beneficio de las familias oaxaqueñas.

Por ello, cada vez que hay un fenómeno natural que afecte alguna región, de inmediato se trata de magnificar el hecho, principalmente para tener acceso a recursos federales y también para facilitar la solicitud de autorización para empréstitos a los diputados locales.

Es lamentable que por una parte se utilicen las tragedias para acceder a más recursos y que también no se rindan cuentas claras sobre el destino de los créditos contratados con la banca.

Los legisladores sí se oponen al endeudamiento, pero lo hacen para obtener beneficios y prebendas, pues tan pronto lleguen a acuerdos con el Poder Ejecutivo, como ya lo han hecho en los últimos años al aprobar casi 10 mil millones de deuda pública, no dudarán en incrementar la hipoteca de Oaxaca.