Al final del día, la mayoría de los oaxaqueños perciben en la estrategia un juego perverso, en el que se quitan reflectores al titular de los Servicios de Salud de Oaxaca, Germán Tenorio Vasconcelos, para llevar el escándalo mediático a la necesidad de brindar servicios médicos a miles de familias oaxaqueñas.

Y precisamente allí es donde está la irritación que buscan, tanto el gobierno estatal como el enfermero Mario Félix Pacheco, dirigente del sector salud.

La simbiosis lograda entre patrón y sindicato fue más allá del sentido común y, como siempre, volvió a poner en riesgo la vida de miles de familias oaxaqueñas al limitar los servicios de salud a las urgencias y a los pacientes que ya estaban hospitalizados.

La cantidad de medicamentos que en más de un mes de parálisis en el sector salud no se han utilizado, seguramente aparecerán en los reportes realizados al gobierno federal.

Es urgente que el gobierno federal intervenga, que asuma su responsabilidad en materia de salud y que no se afecte más a quienes durante varias semanas han deambulado frente a hospitales y centros de salud sin que se les brinde atención médica.