Oaxaca, Oax.- A los ojos del país, Oaxaca está catalogado como el estado donde más opera la impunidad y el desgobierno, y ello nos trae a todos un estigma difícil de evadir como personajes conflictivos, faltos de ética y de debilidad ciudadana.

Y esto no es un secreto, basta darse una vuelta por otro estado del país y veremos el concepto en el que nos tienen.

Los problemas en nuestro estado han rebasado las fronteras oaxaqueñas. Los medios de comunicación diariamente dan cuenta del caos generado por el sector magisterial de la Sección 22 del SNTE, lo cual ya no solo es en Oaxaca, sino ha permeado al Distrito Federal y estados vecinos como Guerrero y Michoacán.

Como segundo tema de desprestigio, esta la gravedad del problema en el Sector Salud, donde empezamos con un ex secretario corrupto, con lastimosos casos videograbados de desatención médica, un largo paro de los servicios en hospitales y clínicas, y el criminal desabasto de medicamentos y personal médico.

Y qué decir de las protestas, marchas, plantones y bloqueos que diariamente nos ahogan, protagonizados por diversos grupos políticos que demandas atención y denuncian desinterés del gobierno para resolver sus problemas, incluso, son organizaciones y personajes que apoyaron para que llegara el actual gobierno estatal, pero ahora, le exigen que cumpla sus promesas.

A todo esto, ahora agreguen que somos un estado sin POLICIA ESTATAL. Sí, así como lo lee: “UN ESTADO SIN POLICIA”.

Desde el pasado mes de febrero, que supuestamente se superó el paro que mantuvieron policías estatales, estamos a la merced del hampa, y nuestro gobierno hace mutis de ello.

En febrero de este año, luego de la salida de Alberto Esteva Salinas de la Secretaria de Seguridad Publica, la Policía Estatal se manda sola…

El Gobierno del Estado cumplió una serie de demandas y firmo un papel en blanco, donde cedió todo el poder de la institución policial a una “mesa operativa” encabezada por el policía Jeycko Pérez Morales y compañía, quienes desde entonces son los amos de la horca y el cuchillo en la corporación, nada se mueve, si ellos no lo ordenan.

En ese sentido, tenemos un Secretario de Seguridad y un Comisionado de la Policía Estatal “chiquitos”, “enanos” y “maniatados”, que están sujetos a “lo que la mesa determine”.

Es decir, el Secretario Jorge Ruiz y el comisionado Víctor Alonso Altamirano, son funcionarios de papel, no tienen ninguna autoridad, operan y trabajan en lo que pueden, utilizando al escaso personal de la Policía Vial y algunos grupos menores de policías en activo, principalmente de las partidas al interior del estado.

Jeycko Pérez, quien paso de predicador cristiano a liderar al grueso de la Policía Estatal, salió más inteligente que sus propios jefes, y mantiene contra la pared al gobierno de Gabino Cué, ya que todos los logros económicos, de infraestructura, de calidad en uniformes y demás, se los ha colgado como medallas y ha logrado consolidarse al frente de la tropa, y ahora no hay poder que le demerite lo andado.

Y para muestra un botón. Preguntémonos donde estaba la POLICIA ESTATAL, durante los recientes actos violentos de la Sección 22 del SNTE? Porque tuvo que venir y hacer presencia la policía federal? Porque en el cuartel de la Policía Estatal no fueron recibidos los detenidos del FPR? Porque tuvieron que ser llevados a la PGR? La respuesta es fácil, la POLICIA ESTATAL se negó a operar por indicaciones de su “mesa operativa”.

En este contexto, los delegados regionales de la Policía Estatal, sin decirlo, están en la misma tónica, pues no quieren confrontarse con la “mesa”, los beneficios también les llegaron a ellos y a sus tropas.

Aparte de todo, la “mesa”, los deja seguir lucrando con migrantes, mantener sus lazos con la delincuencia organizada, permitir el paso de dudosos cargamentos, total es parte de sus negocios.

La famosa “mesa” de la Policía Estatal, hoy es quien opera las áreas de recursos financieros, materiales y plazas, sin restricción; la mano de las autoridades ha quedado fuera de toda operación; sin embargo, el discurso y disimulo sigue siendo la careta que esta próxima a caer.

No es gratuito, los síntomas que hoy existen en el estado, ejecuciones, secuestros, asaltos a autobuses y camionetas de pasaje, incidentes entre comunidades con conflictos agrarios, y un importante número de casos, diariamente surgen ante la falta de apoyo de la mayor corporación de seguridad en el estado.

Y la pregunta es: que espera el gobierno? Porque seguir siendo omiso en un tema tan delicado? La amenaza de nuevos amotinamientos de la policía estatal es reiterada; a que jugara el gobierno estatal? Acaso esperan que este tema explote ante la opinión pública para también deslizarlo a la responsabilidad del gobierno federal?

Todo esto no lo sabemos, pero eso sí, el gobierno salió bueno para el negocio que es lo que más les interesa, no en balde pelea férreamente la edificación del Centro de Convenciones que parece dejará buenos dividendos y también le cumplirá un gusto a largo plazo al socio del Hotel Victoria.

Léase como el actual Secretario Turismo y Economía defiende a capa y espada este proyecto. Total, lo que aquí interesa son los negocios, lo demás, que importa.