Oaxaca, Oax.- En presencia de Luis Galindo Bautista, presidente municipal de esta comunidad de la Mixteca oaxaqueña, esta semana inició la segunda etapa de la restauración del retablo principal de la iglesia de San Agustín.

La restauración corre a cargo de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a través del Fondo de Apoyo a Comunidades para la Restauración de Monumentos y Bienes Artísticos de Propiedad Federal (FOREMOBA) del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (FAHHO) y los habitantes de la comunidad, quienes se suman a la inversión de este rescate histórico.

Durante los inicios del rescate, Sebastián van Doesburg, director de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova (BIJC) y responsable del Taller de Restauración de la FAHHO, resaltó la confianza que la comunidad deTlacotepec ha brindado a los restauradores para llevar a cabo las labores de conservación del retablo principal que data de 1832.

Luis Huidobro Salas, integrante de la CNCPC, recordó que desde septiembre del 2014 los restauradores se involucraron en este proyecto en el que se ha eliminado la capa de pintura de aceite comercial que cubría toda la superficie del retablo. “Cuando la retiramos nos dimos cuenta que no sólo tenía un color, un color un tanto anaranjado, pero también tiene unos marmoleados simulando piedras y esto lo tenía completamente repintado, pero ya se rescató ya también se rescataron los elementos dorados”, explicó.

En esta segunda etapa, los especialistas iniciaron con la intervención de los soportes del retablo ya que la viga que la sostenía se echó a perder con el paso del tiempo y el inmueble queda “flotando” sobre una superficie que no le da sustento, lo cual implica un riesgo de desprendimiento y su posible caída.

“Ahora trabajamos en el apuntalamiento de la base y la reintegración de la policromía del retablo, no de las esculturas ni de las pinturas”, explicó Huidobro Salas mientras señalaba las imágenes y las esculturas originales que complementan este retablo del siglo XIX, un curioso ejemplo de la larga perduración del estilo barroco estípite en el gusto popular de la Mixteca.

El especialista señaló que para culminar toda la restauración será necesaria una tercera etapa de trabajo porque este tipo de intervención requiere una enorme paciencia, sobre todo de la población de Tlacotepec. “Los habitantes han sido muy cumplidos, muy responsables. Han adquirido el mayor recurso para el retablo a través de rifas, quermeses, de tal forma que se ha conjuntado un presupuesto que ha rebasado por mucho las expectativas de la propia comunidad. Pero por otro lado, los recursos que se necesitan son muchos mayores; si no fuera por FOREMOBA y los apoyos de la Fundación Alfredo Harp Helú, la población no podría cubrirlo”.

Para la comunidad -continuó Huidobro- los retablos son depositarios de su fe, representa su identidad. Cuando se les quema alguna imagen, se les pierde o se los roban, pierden algo de sí. Un retablo rebasa el mero valor artístico, estético, porque le suman este valor histórico, el valor intangible de la cultura que viene representado a través de las tradiciones, como la fiesta del pueblo. Esto (el retablo), para la comunidad vale mucho.

Cabe recordar que la FAHHO cumple ocho años de trabajo conjunto con la CNCPC, y que esta labor ha permito restaurar y reintegrar muebles históricos en más de diez comunidades de la Mixteca.