Oaxaca, Oax.- La historia de Eviel Pérez Magaña es la de alguien que pierde los procesos electorales en los que participa. Sin embargo, es de aquellos que perdiendo ganan. Todo lo ha perdido, aunque siempre cae parado. En 2002, como candidato del PRI perdió la presidencia municipal frente al candidato del PAN, Alfredo Ahuja Pérez, quien buscaba ese cargo por segunda ocasión.

No obstante, Eviel Pérez impugnó los resultados electorales municipales de Tuxtepec y logró la presidencia gracias a ese obsequio de los tribunales.

En 2010 fue el delfín de Ulises Ruiz, gobernador saliente empeñado en dejar sucesor a su gusto, aunque aparentemente era uno de los seis a quienes Ulises llamó “aspirinas”, aspirantes a la candidatura priista, entre quienes se hallaban: Jorge Franco Vargas, Adolfo Toledo Infanzón, el tehuano José Antonio Estefan Garfias (hoy precandidato perredista), Martín Vásquez Villanueva (también tehuano), José Antonio Hernández Fraguas y Eviel Pérez Magaña.

A pesar de haber sido llamado “El rival más débil”, por los otros competidores, tal como se esperaba Eviel fue el candidato. Pero sólo para perder feo frente a Gabino Cué con casi el 10 por ciento de ventaja de éste. En 2012 fue candidato a senador de la república y de nuevo perdió la elección ante Benjamín Robles Montoya. De nuevo perdió ganando, pues fue beneficiado con la senaduría de primera minoría.

Los tuxtepecanos que tienen un estilo picaresco jarocho han sentenciado que Eviel Pérez Magaña se prepara este 2016 para lo que mejor le sale: Perder.

Lo que nadie sabe es ¿qué ganará ahora?, además de las acostumbradas obras y licitaciones directas para sus constructoras.