A decir de los propios militantes del PRD, había interés de asesinarlo. Eso se pudo observar por la saña en que se perpetró este hecho, ya que el cuerpo presentaba 12 impactos de bala de armas de alto poder.

La sociedad exige una puntual investigación y sobre todo, castigo ejemplar a los responsables materiales e intelectuales de este triple asesinato de militantes del PRD, Carlos Martínez Villavicencio, Ernesto Fidel López Nelio y Bernardo Bautista.

Hay que recordar que a un principio, Martínez Villavicencio fue militantes del Movimiento Unificador de Lucha Triqui, organización que lo llevó a ser presidente municipal de Santiago Juxtlahuaca, una de las primeras posiciones que le permitió el MULT.

Posteriormente se incorporó al Partido Revolucionario Institucional para ser diputado local. En este síntoma de deslealtad, se incorporó a la fracción parlamentaria del PRD precisamente en la búsqueda de una diputación federal. A partir de ahí inició su carrera en el Sol Azteca y hoy tenía la oportunidad de ser candidato a la diputación federal por este instituto político.

Las otras dos personas abatidas, uno era dirigente perredistas en Juxtlahuaca y el otro, Ernesto López Nelo, hijo de Daniel López Nelio, fue integrante de la Coalición Obrero Campesino del Istmo (COCEI).

Insistimos en la necesidad y la urgencia de que las autoridades, por el bien de Oaxaca, esclarezcan este triple asesinato, sobre todo, por la forma en que se cometieron.

La Procuraduría General del Estado informa que ya existen tres líneas de investigación.

Con estos homicidios, los perredistas aseguran que son 18 los muertos que ha puestos ese instituto político, pero lo lamentable, ninguno de estos homicidios se ha esclarecido, a pesar de los compromisos y las fiscalías especiales que tanto promociona esta administración democrática, sin embargo, no hay resultados.

Ahí están las consecuencias de la impunidad, lo cual genera mayor valentía en estos grupos violentos para seguir cometiendo este tipo de desmanes. La sociedad exige un alto a este clima de violencia.