Oaxaca, Oax.- La definición que tome la Sección 22 del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación para impulsar este 18 de marzo la huelga cívico nacional, solamente es cuestión de trámite.

A pesar del hartazgo que existe por parte de la base magisterial para respaldar este tipo de acciones, se tiene que cumplir porque es un compromiso de los grupos al interior de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Oaxaca, quienes tiene la consigna de seguir presionando al sistema.

Aún cuando estos grupos no son mayoría, si controlan una Asamblea Estatal y esto obliga a la “borregada” a sumarse a esta determinación.

Pero también debemos tomar en cuenta que su participación es un factor importante para gozar de los beneficios y mieles del poder, conseguido a través del hartazgo de la sociedad y el deterioro del sistema educativo en Oaxaca, logrado a través de más de tres décadas.

El magisterio oaxaqueño amenaza que a partir de las próxima semana la situación educativa empeorará en nuestra entidad, esto porque insisten estar en contra de las reformas estructurales impulsadas por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto.

Pero su lucha no sólo es en contra de la Reforma Energética o de la reforma Educativa, sino también por la aparición con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa, así como la criminalización de la protesta social.

Ahora existe un ingrediente que a pesar de lo que diga don Emilio Chuayffed, titular de Educación Pública, la cereza en el pastel son las 900 plazas automáticas para los integrantes de la Coordinadora Estudiantil de Normalistas del Estado de Oaxaca, que por cierto cumplen 15 días sin actividades en las 11 normales del territorio estatal.

A pesar en las deficiencias en su formación, les autorizarán estas plazas. Lo mismo sucedió el año pasado y por presiones de la Sección 22, les concedieron sus plazas. Los maestros de Oaxaca tienen tantos privilegios y ahí está demostrado.

Presentar el examen de oposición, es un acto de risa para la coordinadora que nunca se cumple. La Ley de Educación en Oaxaca es letra muerta, no solamente por la complicidad del Gobierno del Estado y la Sección 22, sino también por la debilidad del Gobierno Federal para aplicar esta norma jurídica que supuestamente era de avanzada.

Hoy se detecta que existen muchos errores y deficiencias en donde se lavan las manos. No pueden aplicarla ante el poder que representa la Sección 22 del SNTE.

Ahora no solo tienen de rodillas al Gobierno del Estado, sino seguramente lo harán con el Poder Legislatura estatal al imponer como Ley de Educación, su Plan Alternativo para la Transformación de la Educación de Oaxaca (PTEO).

Esta reforma, a decir del director del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, Moisés Robles, ya se aplica, lo cual quiere decir que los diputados solo por trámite tienen que levantar la mano para aprobar esta ley, porque el titular del IEEPO afirma que ya se está aplicando en Oaxaca.

Así que de nada sirven lo que digan los señores representantes populares cuando el director del IEEPO, presionado por la Sección 22, es el que ordena.

Esa es la realidad y el poder que tienen la Sección 22. Pero lo lamentable es que nuestras propias autoridades estatales reconocen la verdad de quien es el que manda en Oaxaca.

No hay nadie quien pueda parar a los integrantes de la Sección 22. Siguen desquiciando la economía, siguen atentando contra la educación de miles y miles de niños, niñas y jóvenes oaxaqueños y atentando contra el libre tránsito de una sociedad ávida de justicia y abandonada por sus gobernantes, quienes responden más a las exigencias de grupos que a los reclamos sociales.

Pero tiene miedo, porque los maestros de la Sección 22 suenan amenazantes. Dicen que si no les cumple con la aprobación del PTEO, habrá otro 2006.