“Guarda las proporciones; la medida en todo es lo mejor”
Hesíodo, Teogonía/Trabajos y días, 690, p.107


1).- Hechos irrebatibles

En contra de “los otros datos” la percepción ciudadana en materia de seguridad es irrefutable. Hemos vivido masacres inéditas que derriban el mito del “estado seguro”. Un breve recuento: El 7 de octubre fueron ejecutados 6 guardaespaldas del dirigente de la Confederación Internacional de Trabajadores (CITO). Algo nunca visto. Cuerpos masacrados y expuestos por horas en plena calle no son “hechos fortuitos”. Al día siguiente aparecieron 3 cuerpos incinerados en un automóvil a la altura de Huitzo. Presuntamente choferes involucrados en el tráfico de migrantes, el boyante negocio de grupos criminales y sindicatos mafiosos.

El 18 de enero 3 sujetos fueron ejecutados frente a conocida plaza, entre ellos un dirigente transportista ligado a operadores políticos del actual régimen. El 28 de enero, en Tuxtepec, fueron asesinados 4 policías municipales. El 11 de febrero, 4 trabajadores de la CFE fueron secuestrados en territorio veracruzano, ejecutados y sus cuerpos arrojados en Acatlán de Pérez Figueroa.

A los dos días, por un viejo conflicto agrario entre Santo Domingo Petapa y San Juan Mazatlán, Mixe, 3 activistas afiliados a la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (UCIZONI), fueron asesinados. El 5 de marzo, una pareja fue ejecutada por el Mercado de Abasto. ¿Deuda o cobro de piso? Dos sujetos más fueron ultimados el 10. ¿Ajuste de cuentas?

2).- El mito en entredicho

Sin embargo, más allá de la campaña orquestada por los adversarios de Salomón Jara en La Jornada y al interior de Morena, hay temas que socavan, silenciosamente, los andamios de la Primavera Oaxaqueña. Primero fue la desaparición de al menos 8 jóvenes a principios de enero en ruta a Puerto Escondido. Luego vendría el dantesco hallazgo de 9 cadáveres desmembrados en los límites de Oaxaca y Puebla. Reforma, El Universal, El País y hasta medios británicos dieron cuenta de este episodio. Héctor de Mauleón, que sí sabe del tema, lo describe en su nota: “Huatulco: un viaje con 9 cuerpos demembrados” (El Universal, 6/o3/25).

El reportaje de El País (10/03/25): “Horror en la costa de Oaxaca, un paraíso turistico azotado por las desapariciones masivas”, da cuenta de 23 desaparecidos de mayo de 2024 a febrero de 2025, en el triángulo Huatulco-Puerto Escondido y Zipolite. En el Istmo, políticos primaverales se perfilan como los capos de los mañosos. Las fuentes dan pelos y señales de lo que vive “uno de los estados más seguros del país”. Y no, no es labor de “sicarios mediáticos”.

3).- La necesaria auto-crítica

El oaxaqueño común observa que, con contadas excepciones, cada funcionario del actual gobierno lleva su juego aparte. No hay mística de trabajo ni vocación de servicio. Cada quien interpreta el proyecto político de Jara, su jefe político, a su conveniencia. Y quiere llevarse lo que pueda. Se asume invulnerable, inamovible y blindado (a). En pleno tercer año de gestión no ha trascendido un ejercicio de evaluación ni autocrítica. Un sondeo real sobre la visión ciudadana del ejercicio del gobierno. No encuestas ni cifras cuchareadas. Miembros del gabinete y legisladores (as) afines, le siguen abriendo frentes por aquí y por allá. Es tal la soberbia y la banalidad, que digas lo que digas, aquí no pasa nada. La crítica no les hace ni mella, salvo que, a los adversarios de dentro y fuera, les da armas.

Colofón:

A 4 meses de iniciar el tercer año, la estructura gubernamental se mantiene tal cual. No hay voluntad política para hacer ajustes. De acotar la sobada obsesión y protagonismo de ciertos funcionarios, como el titular de SEGO, Jesús Romero y de la Consejería Jurídica, Giovanny Vásquez, de seguir abriendo frentes. Medios y adversarios dándose vuelo de no acotar los excesos y el dispendio de la titular de SECTUR, Saymi Pineda, así como la impunidad del titular del IEEPO, Emilio Montero, señalado por sus propios paisanos tecos de la presunta protección a bandas criminales, que tienen a Juchitán convertida en un teatro sangriento.

La caterva de rufianes enquistada en los SSO sigue en la ruta de colapsar el sistema de salud, además del directorio de inútiles que a estas alturas no han superado la llamada “curva de aprendizaje”. Urge acotar los bandazos en materia de seguridad. Y algo grave, que es un secreto a voces: que miembros de la familia real le disputen al ejecutivo espacios de poder.

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

--- Un aide memoire para desmemoriados. En “la asamblea informativa” a que convocó la presidenta CSP en la CDMX el domingo pasado, el abominable y trágico acarreo estuvo presente. Acarreo: 1).- “Acción de transportar personas en autobuses para que participen en un acto político o para que voten”. 2).- “Participación obligada de un grupo de personas en un acto político”. (Diccionario de mexicanismos, Academia Mexicana de la Lengua/Siglo XXI Editores, 2010, p. 5). Que no finjan demencia.

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