Esta organización, según trascendió, es el Consejo Indígena Regional del Sureste, mismo que se convertiría en un partido político de corte estatal con el nombre de “Renovación Social”.

De acuerdo con lo que se ventiló en la sesión del Consejo local del IEEPCO, existen personajes muy poderosos, no solo en la política, sino también en lo económico, quienes tienen ascendencia sobre el presidente del Consejo Local, Gustavo Meixueiro Nájera, quien ahora tienen que pagar las facturas de esa mescolanza de ideologías.

La sujeción del órgano electoral, afirman, está más que comprobada. Más aún ahora que se pretende dar luz a un nuevo instituto político.

De acuerdo con lo que se especula al interior del Consejo General del IEEPCO, sobre todo por los personajes que están promoviendo este partido político que son el ex candidato al Senado de la República, Joaquín Ruiz, y un diputado federal del Partido Verde Ecologista, Alfonso Rule, éste sería un nuevo partido para el ex gobernador Diódoro Carrasco Altamirano.

Con ello, quien fuera subsecretario y luego Secretario de Gobernación en el sexenio del presidente Ernesto Zedillo, quien entregó la estafeta al panista Vicente Fox, pretende incursionar en el proceso electoral del 2016, cuando en Oaxaca se tendrá que elegir a Gobernador del Estado, diputados locales y presidentes municipales.

Los rumores no dejan de correr y se especula que este partido también es auspiciado por el gobernador actual, Gabino Cué Montagudo.

Toda esta rumorología tiene que ser aclarada por el Consejo General del Instituto Estatal Electoral, porque es increíble que ni los propios consejeros estén enterados de todo este procedimiento, a pesar de que se debió lanzar una convocatoria pública, la cual, por supuesto, no se hizo.

Tendrían que haber realizado al menos 13 Consejos Distritales, tampoco ocurrió, pero según el director de Partidos Políticos, Gelasio Morgan, se han cumplido con todas estos requisitos. Al final de cuentas los propios consejeros se dijeron sorprendidos.

Esta es la realidad de un órgano electoral que está sujeto a los intereses de los grupos políticos, lejos de velar realmente por la democracia y los intereses de la ciudadanía.

Ojalá y puedan aclarar esta situación, porque a espaldas de los defensores de la legalidad, se comenten una serie de atrocidades.

Los oaxaqueños esperan un poquito de calidad moral desde la presidencia del Consejo General, encabezada por Gustavo Meixueiro, y dar una explicación clara de lo que está ocurriendo en ese Instituto, responsable de la legalidad y la democracia en nuestra entidad.