Oaxaca, Oax.- La decisión tomada por el Consejo General del Instituto Nacional Electoral en la capital del país para no utilizar el 20 pro ciento de las escuelas en el proceso electoral del próximo 7 de junio, podría tomarse como una alternativa para lograr que la ciudadanía acuda a las urnas y participar activamente en este jornada.

Sin embargo, esta decisión muestra la debilidad de las autoridades electorales de iniciar un diálogo que permita acuerdos con el magisterio oaxaqueño.

Por lo pronto, las autoridades federales han decidido no utilizar las escuelas públicas para instalar las casillas y con ello evitar un coche frontal con los integrantes de la Sección 22 del la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.

Esta decisión enciende los focos rojos en la entidad oaxaqueña, donde el magisterio oaxaqueño ha mostrado capacidad para el boicot de estas elecciones, pero también para agitar y desestabilizar a la región sur sureste.

¿Cómo se debería entender esta decisión de las autoridades electorales? ¿Están reconociendo que se enfrentan ante un magisterio fuerte, o más bien, el gobierno es débil?

Hasta ahora, las autoridades federales o estatales no han tenido la capacidad para buscar, a través del diálogo, el camino que permita terminar de una vez por todas con esta desmedida ambición por parte de los dirigentes de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

Siguen con su consigna de agitar y presionar para conseguir lo que quieren. Ahora, se aprovechan de un derecho que tienen los oaxaqueños para elegir a sus representantes populares y amenazan al gobierno con no dejar que libremente, los ciudadanos acudan a las urnas.

Los profesores atentan contra el derecho que tiene la ciudadanía para acudir a las urnas y manifestar el hartazgo hacia este sistema político, el cual, no solamente sigue debilitando a la sociedad, sino explotando a un pueblo, de ahí lo fundamental de la participación de la ciudadanía será fundamental.

Aunque usted no lo crea, una decena de candidaturas ciudadanas en el país podrían ventilarse como la alternativa para derivar ese muro o dique que representa el sistema de partidos políticos en México.

En estados del norte, concretamente en Nuevo León, la figura de El Bronco surge como una alternativa de la ciudadanía. Este hecho podría sentar un precedente para nuestro país.

Ojalá que el pueblo oaxaqueño entienda que su participación en este proceso electoral y su decisión para asistir a las urnas y elegir a sus representantes populares, será muy importante para empezar a cambiar la realidad de un sistema político no sólo caduco, sino que ha sangrado la economía de toda una sociedad.

Hoy, quienes ejercen el poder, han limitado la atención a la sociedad. Pero la propia sociedad sabe que se pueden cambiar las cosas, para lograrlo tienen que participar el próximo 7 de junio en las elecciones federales y hacer valer su derecho al voto.