La veda electoral se convirtió en un excelente pretexto para los funcionarios de Gabino Cué para no trabajar y olvidarse de las tareas de gobierno. Así se sumaron a las campañas políticas.

Al autollamado gobierno de resultados no le conviene que los electores priistas salgan a votar, porque el voto de castigo va a ser contra su gobierno y sus candidatos, de allí que la campaña de terror contra la ciudadanía se administre desde hace más de un mes, primero con crímenes de dirigentes sociales, luego con el conflicto en Los Chimalapas, después con el sector salud en crisis y ahora con el magisterio, su principal aliado.

A la mayoría de los electores les queda claro que el clima de animadversión que creó el magisterio tiene un destinatario, pues sólo así los oaxaqueños van a olvidarse de los millonarios desvíos de recursos públicos en las dependencias estatales y la solicitud del gobierno de Gabino Cué, a los diputados locales, para que se autorice otro endeudamiento público por 2 mil 400 millones de pesos, mismo que elevaría la deuda a más de 12 mil millones de pesos.

Es el gobierno estatal, el responsable de la situación de tensión que prevalece en la entidad, donde el desabasto de combustibles también provoca psicosis y compras de pánico en una ciudadanía que todavía está asustada por el conflicto del 2006, provocado por los actuales actores políticos.

El terrorismo electoral en Oaxaca está en marcha y el gobierno estatal va a propiciar su escalamiento en los próximos días, sin importarle que la mayoría de los ciudadanos paguen las consecuencias de su desmedida ambición.