Oaxaca, Oax.- Que quede muy claro. Desde este espacio les decimos a los del Frente Popular Revolucionario (FPR) y a todos los grupos, organizaciones e instituciones que tienen una actitud intolerante y de violencia contra los representantes de los medios informativos, que los reporteros y reporteras de Oaxaca estamos unidos y organizados.
Defenderemos siempre nuestra dignidad y sobre todo, nuestro trabajo que es informar con veracidad, oportunidad e imparcialidad a la sociedad del acontecer diario en nuestra entidad.
Responderemos todos los días al legítimo derecho e interés de la sociedad a estar bien informada, pero sin presiones, sin que nos dicten que es lo que debemos decir en ese afán que tienen, casi todos, de tratar de manipular a la opinión pública.
Toda aquellas persona, grupo, organización o gobierno que cite a una conferencia de prensa, es porque sabe y conoce perfectamente el impacto que tienen los medios de comunicación en la opinión púbica.
Por eso se aprovechan. Cada que alguien quiere algo para sus propósito o intereses personales o de grupo, citan a los medios informativos para dictar lo que quieren que se diga ante la opinión pública.
Poro si alguien se atreve a cuestionarlos, entonces sueltan una larga lista de insultos, epítetos y descalificativos en contra de los representantes de esos medios de comunicación que necesitan para dar a conocer sus acciones e incluso para amenazar a sus enemigos políticos.
Para los líderes de diversas organizaciones, los medios de comunicación deberían ser algo así como sus empleados, sus mandaderos, sus voceros, o por lo menos así nos quieren tratar.
Todo reportero que se atreva a cuestionarlos, se convierten en automático en el enemigo. Las organizaciones violentas que pululan en Oaxaca y en otras partes del país, no quieren testigos de la verdad, quienes cómplices de sus intereses, de sus fechorías y de su violencia encarnizada.
Muy pocos son los que se escapan. Es cierto, reconocemos que hay sus honrosas excepciones, pero e términos generales así son, como también sucede en las esferas del poder, en organizaciones, sindicatos, partidos, gobierno, ayuntamientos en todas estas expresiones también está presente la violencia en contra de los representantes de los medios de comunicación.
Los dirigentes del Frente Popular Revolucionario citaron recientemente a una conferencia de prensa. Cuando estaban listos a decir lo que les interesaba difundir, los reporteros, en un acto de dignidad y solidaridad, se plantaron frente a ellos y justo cuando comenzaron su conferencia les dijeron ¡¡YA BASTA!!.
No venimos a escucharlos, queremos que ahora nos escuchen ustedes.
En ese momento, les hicieron saber a los dirigentes del FPR que los reporteros estamos organizados, estamos unidos y en un acto de dignidad decidimos no seguir cubriendo las actividades, la conferencias y declaraciones de los grupos que atentan contra dignidad, la vida y la libertad de expresión de los reporteros y de paso de la sociedad.
No es por nuestra condición del reportero que actuamos de esta manera, es por nuestra integridad y por la legítima aspiración de la sociedad a estar debidamente informada y dejamos claro que el reportero que no se defiende, no le sirve a la sociedad.
Que quede claro. Tampoco es por la actividad política del FPR o por su identidad ideológica. Eso no es sustancial.
Nuestro actuar es de manera civilizada ante la conducta de agresión permanente, constante y reiterada hacia nosotros, hacia los reporteros.
No buscamos una disculpa pública. Tenemos que ir más a fondo, a la raíz del problema.
Todas las organizaciones, gobiernos, grupos sociales o políticos, incluso estudiantes que en algún momento han agredido verbal o físicamente a un representantes de cualquier medio de comunicación, están en la posibilidad de enmendar esa actitud.
En los personal, creo que sería conveniente que esas agrupaciones tuvieran la posibilidad de citarse y en uno de sus congreso o reuniones generales, deberían tomar una decisión de fondo, de raíz.
Debería lleguen a un acuerdo político interno, de esos a los que están acostumbrados, para que consideren que los reporteros no somos el enemigo, mucho menos somos los dueños de esos medios a quienes ellos critican.
Ya no queremos ser víctimas de esa brutalidad. De esas personas que con el rostro cubierto, actúan con su característica agresividad. Después de sus discurso permanente que tienen en sus reuniones de adoctrinamiento, salen a la calle, se encuentran un reportero y lo insultan, lo acorralan y lo agreden físicamente.
Así lo han hecho integrantes de organizaciones que les llaman anarquistas, al igual que los maestros, los ayuntamientos y diversos grupos y organizaciones políticos. Pero desde este espacio les reiteramos ¡¡YA BASTA!!.
Dejar de cubrir los actos de quienes no ofrecen garantías a los reporteros, no es una decisión política, es una cuestión de dignidad y de seguridad personal.
Seguirán siendo objeto de cobertura de sus actividades, todas aquellas organizaciones, grupos o instituciones cuando tengamos la certeza de que no está en riesgo nuestra vida, nuestra integridad y nuestra dignidad como reporteros.
No somos perritos para lamer la mano de quien nos patea. Pedimos respeto para nuestro trabajo, para nuestras compañeras y compañeros reporteros de los diversos medios de comunicación. Somos solidarios.
En momentos como éste, los reporteros y fotógrafos de los diversos medios ce comunicación, estamos unidos.
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