Hay dos temas en la agenda ciudadana que siguen generando molestia. Abordaremos uno por uno.

1).- Estamos ya en el tercer año del gobierno de la Primavera Oaxaqueña y no se ve para cuándo las obras que quedaron a medias o inconclusas de la pasada administración sean terminadas. Que quienes fueron responsables respondan por sus actos u omisiones o, en su defecto, que se hagan efectivas las fianzas que en toda obra pública depositan las empresas constructoras.

Es en verdad penoso ver el espacio en donde se ubica o ubicaba el Teatro “Álvaro Carrillo”, lleno de monte y en completo olvido. Lo más indignante es que se hayan invertido más de 500 millones del dinero del pueblo; de nuestros impuestos y siga, en este tercer año de gobierno, sin haber sido reintegrado a los oaxaqueños. Más lamentable y motivo de indignación es que de este mamarracho, no haya responsables, igual que de dos o tres obras más.

Se habla de nuevas obras y muchos proyectos, pero qué de este legado ofensivo del régimen pasado. ¿Acaso se trata de recursos millonarios tirados a la basura, así como así, como si Oaxaca estuviera en bonanza económica? Haber entregado las obras como si estuvieran terminadas fue uno de los peores agravios a los oaxaqueños, de cuya ofensa no podremos resarcirnos, pues los responsables ya gozan de la protección del partido y gobierno en el poder.

2).- El ejecutivo estatal, Salomón Jara, ha sido reiterativo en que, durante su régimen, se aplicará en el gasto una estricta austeridad republicana. Ha trascendido que, en el Presupuesto 2025, se han programado recortes en diversas áreas del gobierno. Sin embargo, a algunos de sus funcionarios dicha política les viene valiendo gorro. Ahí está el titular del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca -IEEPO-, hace días exhibido por la renta de un espacio, que nada tiene de austero.

O, como se viene manejando desde hace semanas, ya la banda de aduladores de la Secretaría de Turismo se prepara para asistir a la Feria Internacional de Turismo de Madrid, que se celebra del 24 al 26 de este mes. Algunas organizaciones nacionales dedicadas a la industria sin chimeneas, han advertido de los pormenores nada favorables para nuestro país en dicho evento, a raíz del enfriamiento de las relaciones de México y España.

Pero ahí vamos de nuevo, al dispendio de los recursos y de nuestros impuestos, pues la FITUR -hay pruebas de ello- nada palpable ha traído a nuestra incipiente industria turística. Ha sido la inercia y la propia condición de nuestros destinos lo que ha generado afluencia y derrama económica, no el talento y la capacidad de quienes están hoy al frente de la Secretaría. (JPA)