Diódoro enfrenta a esta tercia de ases a Alejandro Murat Hinojosa, quien con su sorpresiva renuncia ganó la mano a los demás aspirantes en su partido. Prueba de ello, Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva, no renunció a Liconsa.

Se reedita así, pues, la pugna histórica entre los ex gobernadores Diódoro Carrasco Altamirano y José Murat Casab y la de éste con Ulises Ruiz, quien apoya con todo al senador con licencia Eviel Pérez Magaña.

En un ejercicio de creación de escenarios políticos futuros, desde ya podemos adelantar que si, como resultado de una concertacesión, el presidente Enrique Peña Nieto decide imponer a El Jerry, el PRI perderá en Oaxaca.

Y ocurrirá de esta manera por la simple y sencilla razón que al ser desplazados sus candidatos a la gobernación, Alejandro y Eviel, ni José Murat ni Ulises Ruiz apoyarían la campaña de Gerardo, a menos que Ulises haya pactado con Diódoro.

Es más viable, en cambio, que aunque parezca increíble Murat y Ulises se pongan de acuerdo, pero jamás a favor de El Jerry. Difícil, pero no imposible que se diera esta posibilidad para evitar la mano negra de Diódoro en el PRI.

Además, si Gutiérrez Candiani hubiera iniciado su campaña a la gobernación de Oaxaca hace un año tendría mayores posibilidades de participar como aspirante, con todo y que, ahora, el PRI se abrió a la candidatura de simpatizantes.

A pesar que se pusiera en marcha toda la maquinaria del PRI-gobierno seis meses contados desde ahora hasta la jornada electoral, son totalmente insuficientes para recorrer las diversas regiones, darse a conocer, convencer y ganar.

A menos claro que Oaxaca sea una de las tres entidades federativas en las que el PRI nacional vislumbre que, otra vez, perderán la gobernación del Estado. Manlio Fabio Beltrones reconoce que ganarán nueve de las doce gobernaciones. Al tiempo.

alfredo_daguilar@hotmail.com
director@revista-mujeres.com
@efektoaguila